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DYEUDS® periodismo

4:17 p. m.

Los gritos del silencio.

Publicado por Unknown |

Finalizada la II Guerra mundial, Japón abandona los territorios ocupados en el sudeste asiático, entre ellos está la Indochina francesa que incluía a las actuales Vietnam, Laos y Camboya, las cuales vuelven a estar bajo la administración de Francia. Posteriormente en el lado vietnamita de la frontera camboyana, Ho Chi Minh comandando la guerrilla del Viet Minh, desata un largo conflicto armado contra el ejército francés por la independencia de Vietnam. En unos años, anticipando la pérdida de esta guerra, Francia da un giro a su política colonial en Asia; y entre otras resoluciones, el gobierno galo concede la total independencia a Camboya en 1953, dejándola bajo el gobierno del que fuera príncipe camboyano, el ahora rey Norodom Sihanouk. Sin embargo, la posterior intervención de EEUU en Vietnam producto de la Guerra Fría salpica las tierras camboyanas, donde tanto el ejército norvietnamita como la guerrilla del Viet Cong se refugian con frecuencia. La debilidad del gobierno de Sihanouk le obliga a estrechar sus relaciones con China. Este giro por parte de Camboya pone nerviosos a los EEUU que convencidos de un efecto dominó del comunismo en el sudeste asiático, instiga mediante la CIA un golpe de estado en Camboya. Así, en 1970 se instaura el general Lon Nol como nuevo jefe de estado, al que Nixon en los cinco años siguientes aporta 15.000 soldados estadounidenses, y 1.600 millones de dólares (¡de los de entonces!). Este nuevo cambio de gobierno y de política por parte de Lon Nol en la órbita de EEUU, hacen a las facciones comunistas de Camboya sospechosas de colaboración con Vietnam del Norte, y ésto las obliga a refugiarse en lo profundo de la selva. Este grupo ahora clandestino, germen de la guerrilla del Khmer Rojo, es dirigido por unos hombres instruidos en París, e influenciados por los intelectuales izquierdistas franceses. Entre ellos hay que destacar por su crueldad a Saloth Sar, futuro líder del Khmer Rojo, llamado popularmente Hermano Número Uno e internacionalmente conocido como Pol Pot. Comienza entonces una desgarradora guerra civil en Camboya, punto de partida de la sobrecogedora historia de esta película. Sydney Schanberg es un periodista excesivamente ofuscado por su trabajo. Obtiene sus nuevas exclusivas como corresponsal gracias al buen hacer de su compañero Dith Pran, cuya habilidad de negociación les permite obtener información donde otros fracasan. Llegan incluso a ser los únicos periodistas que presencian en agosto de 1973 el escandaloso resultado del bombardeo erróneo sobre el poblado de Neak Luong por los B-52 estadounidenses. Una acción terrorista en la capital Phnom Penh (inspiradora escena para la reciente película "El americano impasible") hace que Sydney comience a apreciar la auténtica dimensión del conflicto. Esta ciudad, apenas un año y medio después, en marzo de 1975, ya es asediada por las fuerzas del Khmer Rojo. Lo vertiginoso de estos acontecimientos y la falta de información veraz hacen de Phnom Penh un auténtico hervidero con más de dos millones de refugiados. En estas escenas podemos advertir las paradojas de una ciudad sitiada, donde por ejemplo, la población anda escasa de alimentos y sin embargo, están rodeados por cajas y cajas de Coca-Cola. El desconcierto generalizado es tal, que es suficiente una conversación entre Sydney y el corresponsal británico Jon Swain para ilustrarlo: Jon: "Si la cosa se pone fea, lo mejor es ir a la embajada francesa." Syd: "¿Quién te lo ha dicho?" Jon: "La embajada inglesa." Vemos explícitamente en esta filmación cómo el pánico recorre las calles de la capital, y de un modo similar al recreado en '55 días en Pekín', se respira un ambiente de extrema tensión en las embajadas, en las que se van refugiando los periodistas de diversas nacionalidades, entre ellos el fotógrafo estadounidense Al Rockoff que juega un papel a contra reloj, fundamental para la trama. La situación se vuelve insostenible, con los hospitales atestados de heridos, nos horroriza oírle decir a un cirujano: "Tenemos mucha sangre señores. Lo malo es que no está donde debe estar". La embajada estadounidense por su parte, se dispone para una desastrosa evacuación, con cientos de personas agolpándose en sus puertas. Estas escenas avergüenzan a Sydney, al cual un diplomático le da esta desalentadora explicación: "La elección es brutal. Quedarse o seguir con vida". Aparece entonces un gran punto de inflexión en los destinos de Syd y Pran, auténtica piedra de toque para esta historia.

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